Hacia a una Economía del Bosque

May 11, 2009

La única respuesta simple y completa al daño colosal que nuestro presente sistema industrial está causando al ambiente global – daño que puede terminar con la exterminación de toda la vida en la tierra – es para sustituirlo con un sistema sostenible, dirigido en gran parte por los productos non-contaminantes, vida-aumentadas de la tierra viva.

Bernard Planterose del Partido Verde Escocés, en A Rural Manifesto for the Highlands, ha dibujado un “plan verde” fascinante para restaurar el Bosque Grande de Caledon, que una vez cubría casi la región enter a de las tierras altas. “El Segundo Bosque Grande de Caledon”, él escribe,

no se ría un lugar silvestre ni poblado como los primeros 1000 o más años atrás. Muchas características biológicas importantes con el original, demostrarían muchas similitudes fundamentales. Lo principal es la administración intensiva hecha por Hombre – cuidar, no destruir: vivir en y por, no sobre. Estaría bien dirigido de hecho como si apareciera en lugares no dirigidos.

Produciría a la población humana una riqueza y diversidad de productos grandes, además proveería un incomparable micro-clima y ambiente hospitalario que ahora es proveído por la llanura inhóspita y azotada por el viento.

Proveería un potencial enorme de nuevas recompensas espirituales y estéticas. Llevaría a cabo nuestras responsabilidades globales por estabilización del clima y la regeneración de un balance saludable de los gases atmosféricos.

Un bosque recreado en las tierras altas de Escocia tendría su lugar al lado de otros iniciativos corrientes en el mundo para re-habitar desiertos hecho por humanos y sería una expresión de solidaridad con los países en vías de desarrollo del Mundo Tercero.

En total, proveería un recurso rico y sostenible para más gente que en cualquier momento del pasado, para vivir en una armonía nueva entre uno y otro, y la tierra, debajo de formas nuevas de administración de la tierra, que permitan el crecimiento de más relaciones no competitivas, estables, y no explotadoras.

La historia de la ecología de las tierras altas nos muestra que la región ha sido dominada naturalmente por un bosque mixto desde la ultima era glacial, que solo en más o menos 400 años pasados la vegetación dominante ha sido sustituido artificialmente por Hombre con brezal o llanura. Ecologistas nos dicen que la vegetación clímax normal de las tierras altas debe ser bosque mixto para la mayor parte de la masa de tierra.

Experiencias directas nos muestran que donde hay llanura abierta y turba despojada pueden apoyar solo pocos animales, pocas plantas y por eso poca agricultura, población y trabajo, un bosque puede apoyar en abundancia a la actividad económica en proporción a la abundancia relativa de su biomasa y diversidad biológica.

El Segundo Bosque Grande de Caledon conllevaría una gama enorme de especies de árboles y arbustos, proveyendo al igual que una gama grande de comida (animal y vegetal), forraje, combustible, madera, industria, oficio, e incluso productos medicinales. El Bosque tal vez será recreado para soportar los mejores aspectos de los recursos usados de los bosques como Noruega, Suecia y Suiza y del pasado histórico del primer Bosque Grande de Caledon mismo.

La finca pequeña parecería un poco diferente de la finca típica que nosotros vemos en el continente de las tierras altas al presente pero demostraría muchas calidades que son consagradas en las practicas originales de la finca pequeña… Sería dirigido insensitivamente, hecho por mecanismos apropiados modernos.”

Planterose se imagina ese mecanismo que incluiría ruedas hidráulicas, generadores de viento, paneles del sol, comilones de biomasa, y artefactos olas y geotérmicas.
Planterose también se imagina que:

“La riqueza de industrias pequeñas manufactureras y oficios comería a los bosques. Utensilios de cocina, platos y otros instrumentos de casa serían hechos de madera local. Personas que hacen muebles y armarios explorarían las calidades particulares de la madera disponible en las áreas. En lugar de tablas de aglomerado y yeso laminados de hoy, serían superficies de pino y paredes forradas sólidas y buenas de Escocia; cálido, aislado, y bonita; no productos solo de lujo para las personas ricas y como en los países Escandinavos dan por sentado como parte de la económia del bosque. Otros artesanos especialistas ocuparían todavía más nichos económicos, haciendo instrumentos musicales, barcos, juegos, herramientas, carbón y arte.”

Técnicas de silvicultura agro-cultural y permacultura, Plantarose considera, sería una parte importante en la gran tarea de crear una economía del bosque. Tenía una visión de los “bosque jardines” donde crecerían en abundancia árboles y arbustos de fruta fuerte, como manzanas, pasas negras, frambuesas, y fresas, los cuales los escoceses ya saben cultivar muy bien.

El país que ya tiene la economía del bosque más extensiva es China. Desde 1958, el año de “El Salto Grande Adelante,” China ha continuado, con una política factible de silvicultura integrado con agricultura. La silvicultura, además, ya no está considerada como solo si se tratara de producción de madera, pero también incluye plantas produciendo frutas secas, medicina, aceites, y muchos más productos utilizables. Muchos estudios han sido hechos por las potenciales de plantar árboles con cosechas de horticultura planes compuestos de naturaleza silvicultura agro-cultural. Los chinos por mucho tiempo han apreciado el valor especial de plantas multi-propósitos, como el extraordinario versátil bambú. En una economía del mundo post-industrial, el bambú, puede combinar la fuerza de acero con la adaptabilidad de plásticos, sustituiría muchos recursos no renovables como metales y combustible una manufactura de una gama ancha de productos utilizables, desde puentes hasta barcos, desde utensilios de cocina hasta cortinas, desde diques hasta recogedores, desde lámparas hasta telares, desde esteras hasta instrumentos musicales, desde papel hasta tubos, desde andamiaje hasta palas.

Del punto de vista de la silvicultura agro-cultural, tal vez el país más avanzado del mundo es el estado de Kerala en la India, que presume no menos que tres y medio millones de bosque jardines. El Estado, una tira de tierra larga y estrecha entre las montañas Ghat Oeste y el Mar Arabia, se extiende hasta la punta sur de la India. Aunque es el estado más poblado densamente en la India, mucha de la tierra es infértil, ácida y mal drenada. Largas partes de la costa son fangosas o comprenden pantanos de mangle, que son sujetos a inundaciones periódicas, y maremotos. Pero la gente alegre y energética, con un instinto fuerte de sobrevivir, ha encontrado repuestas constructivas a la mayoría de sus problemas. Y la respuesta principal y comprehensiva es, en muchos casos, el pequeño bosque jardín familiar con una diversidad ancha de plantas y animales y conexiones con la industria local.

Industrias relacionadas con bosque jardines incluyen la explotación de goma, el procesamiento de anacardo, el enlatado de piña, el hecho de muebles, la construcción de carros y catamaranes, la manufactura de felpudos de pandanus, destilación de aceite, fabrica de canastas, y el procesamiento de cacao y de fibra de coco. Muchas familias también son auto-suficientes en energía, manejando sus propias plantas de biogas, que son alimentadas por residuos de humanos, animales, verduras y de la casa. El producto de esas plantas, combinadas con residuos de cosecha y el uso de cosecha leguminosa, eliminan la necesidad de fertilizantes comprados. Un ejemplo de la intensidad extraordinaria de la cultivación de algunos bosque jardines, un terreno de solo 0.12 hectáreas (0.3 acres) fue encontrada por un grupo de investigación por tener veintitrés palmeras jóvenes de coco, doce clavos, cincuenta y seis bananos, y cuarenta y nueve piñas, con treinta viñas de pimiento en árboles. También, cultivos en una finca pequeña donde crece forraje para su vaca de la casa. Muchos jardines en el estado tiene baldaquines de cocos, dominando sobre una estructura con muchos niveles de plantas económicas diferentes. El nombre Kerala, de hecho, significa “Tierra de los cocos.”
Residentes de la costa utilizan todas las calidades increíbles de varios árboles del pantano de mangle, que constituyen “bosques del mar.” Pantanos de mangle han evolucionado las estructuras biológicas únicas, que les permiten sobrevivir a las condiciones que nunca otra planta toleraría: la inmersión constante de agua salada y lodo anegado y sin oxigeno. En algunos árboles, raíces aéreas bajan de las ramas, y “puntal” o “zanco” las raíces brotan de los troncos, formando un arco hasta el lodo. Esas raíces bombean aire a las raíces sumergidas. En otros árboles el proceso de aeración es hecho por las raíces verticales proyectando a la cima de lodo. Muchos pantanos de mangle tienen semillas que flotan y germinan en el agua salada; en un árbol, las semillas germinan cuando todavía están sujetadas al árbol. La madera de los pantanos de mangle son sumamente pesadas y se hace la leña de más alta calidad. Tiene una calidad calorífica excepcionalmente alta; carbón de los pantanos de mangle quema en calor blanco.

A causa del sistema equitativo en la distribución de la tierra, inaugurado en los años 1930 bajo la influencia de Gandhi, la mayoría de las familias Keraleses tiene un poco de tierra propia. Y más o menos la mitad de esas familias han convertido su terreno, por más pequeña – muchos no son más grande que los jardines suburbios de Inglaterra – un bosque jardín, dominado por palmeras cocos.

A causa de estos bosques jardines familiares, mucha gente en Kerala es hasta cierto punto auto suficiente en las necesidades básicas, sobre todo la comida. Por eso, por más pobre que sean, ellos son mucho más alimentados que la mayoría de los demás de la India. Ellos pueden disfrutar las dos cosas esenciales básicas de una dieta nutritiva: fruta y hojas verdes. La mayoría de la India nunca ve su fruta nacional, el mango, las calidades grandes de las cuales son exportados, frescos o en la forma de mermelada. Pero los Keraleses cultivan sus propios mangos en sus propios bosque jardines, junto con otras sesenta tipos de comidas nutritivas y plantas de forraje, hierbas medicinales, y especias.

Los bosque jardines Keralese son plantados en forma intensiva, en muchos niveles, como el bosque natural, para que la cultivación, el procesamiento de los productos, y el cuidado de animales provean ocupaciones saludables la dedicación exclusiva de la mayoría de los miembros de la familia involucrada, que es el promedio de seis a ocho personas.

La forma de vida de estos bosque jardines es segura, saludable, cooperativa, constructiva y creativa. Hay poca necesidad para dinero; los Keraleses trabajan, no solo para la plata, sino sobre todo para la autosatisfacción de si mismos y sus familias. Eso es la verdadera libertad. El bosque jardín familiar es una unidad básica de la sociedad; provee educación práctica para los niños y una vida contenta, libre en gran parte de las limitaciones burocráticas, políticas, y económicas.

Sistemas de los bosque jardines tienen características de la selva en el mundo, desde Indonesia hasta Sri Lanka, desde Tanzania hasta Nigeria a América Central. Desde tiempos inmemorables, la gente ha ido entrando en las selvas, no para destruirlas, pero para utilizar los vastos recursos de una manera sostenible para satisfacer las necesidades esenciales humanas. En el proceso, ellos han ganado un conocimiento enciclopédico de las propiedades de las plantas de la selva y han mantenido las que son más valiosas. De bajo de los baldaquines protectivos de los árboles altos de la selva, han crecido plantas que, la experiencia nos ha mostrado, mejor alcance de las necesidades personales y económicas – plantas como casava y maíz, piñas y bananas. Esa es la mejor manera para conservar el ambiente: no de preservar partes del bosque y otros así llamadas áreas pintorescas como museos estacionarios y parque o áreas recreativas, pero de desarrollarlos en el mejor sentido de la palabra: para utilizar sus vastos recursos y maravillosos de maneras constructivas y sostenibles para la satisfacción de las necesidades humanas. La ciencia casi nada ha empezado a explorar el potencial de la vida de las plantas. Solo más o menos uno porcentaje de las plantas de la selva ha sido sujeto a un análisis exhaustivo científico.

Solo hace veinte años que la ciencia occidental ha empezado a tener interés en los bosques jardines tropicales. Hasta allá, si los administradores o agronomos occidentales fueron conciente de que estas cosas existían, ellos las descartaron como conglomeraciones insignificativas de plantas. Pero cuando el Consejo Internacional de Investigación de Agro-Silvicultura (ICRAF) fue fundado por un grupo de científicos canadienses en Nairobi en 1978, empezó en examen bien analítico del jardín bosque y encontró que, lejos de ser insignificativo, fue una estructura precisa, de varias plantas, unido por gente que tiene un conocimiento intimo de las propiedades, productos, y hábitos del crecimiento de las plantas involucradas.

Fuente: Forest Gardening por Robert Hart
Traducción al castellano: Shanti Freitas y Maria Cabrera
Editado con permiso de Green Books


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